Reduce y corrige: Fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Elimina: Aumenta la circulación de la piel, favoreciendo la eliminación de toxinas y células muertas, ofreciendo luminosidad y dándole un aspecto saludable. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, ralentizando de manera evidente los signos visibles del envejecimiento.
Ayuda: Aumenta la temperatura de la piel, facilitando la liberación de toxinas profundamente fijadas, a las que los limpiadores no alcanzan. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas.
Regula: Aumenta la capacidad de hidratación la piel, creando una barrera emoliente contra la evaporación.
Libera: Libera las contracturas del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes a las células de la piel para reparar y rejuvenecer